Este año nos espera uno de los mayores cambios en la saga de Yakuza.
Pocas sagas consiguen lo que consigue Yakuza por lo que estamos acostumbrados a que siempre nos sorprende de nuevo. Pero muchos no se habrían esperado este cambio tan radical.
Una puerta se abre, una sala lleno de matones, bien armados.
Ahora estaríamos a punto de repartir puñetazos con Kiryu Kazuma pero, ¿qué pasa ahora? Se nos abre una pantalla al más puro estilo Pokémon o Final Fantasy y nos aparece un personaje desconocido por ahora.
Kasuga Ichiban es el nuevo protagonista de esta nueva entrega de «Ryu Ga Gotoku» (Yakuza en occidente). Y a pesar de sus visibles diferencias, ambos héroes tienen mucho en común. Ambos son huérfanos, ambos fueron criados por una figura paterna dentro de la Yakuza y ambos han sido encarcelado por crímenes que no cometieron.
Solo en el caso de Kasuga, toma la caída de Masumi Arakawa como una forma de pagar su deuda con el hombre que lo tomó bajo su ala como un adolescente descarriado.
Tras su tiempo en la carcel, sale para descubrir que la Alianza Omi se ha apoderado del clan Tojo en Kamurocho. Y lo peor está aún por llegar cuando se enfrenta a Arakawa, quien se parece haber olvidado de su antiguo protegido. Disparado, traicionado y dado por muerto, se despierta rodeado de bolsas de basura en Yokohama. Puede sonar como un comienzo deprimente, pero es más bien una comedia de «peces fuera del agua».
Recordando las luchas de Kiryu con la tecnología moderna, Kasuga parece igualmente desconcertado por este nuevo mundo de teléfonos inteligentes, vapers y palos selfie. Sin embargo, gracias a la ayuda de un amable hombre sin techo consigue hacerse a este nuevo mundo y estará más listo que nunca para enfrentarse a los nuevos desafíos que le esperan.
¿Hay vida después de Kiryu?
Ayuda mucho que Kasuga sea «aparentemente» más extrovertido que el taciturno de Kiryu. Es bastante más parlanchín y bocazas, de hecho, es carismático hasta las trancas y lleno de entusiasmo. A Kasuga le resulta fácil hacer amigos. En poco tiempo, ha formado un grupo de tres junto a Namba y el ex-policía Koichi Adachi, un «oso» de hombre que tiene sus propios motivos para mantenerse cerca de Kasuga.
Más tarde se les une la anfitriona Saeko Mukouda, después de una tragedia que involucra al dueño del club que ayuda a llevar, y ése es su clásico grupo JRPG de cuatro. Si bien Kasuga es el protagonista destacable, sus compañeros no se quedan atrás y tendrán su propio desarrollo. Eso hace que sea el Yakuza con más diálogo hasta la fecha y lo necesita, con todo lo que pretende contarnos esta vez.
Nuevo comienzo, nuevo género
Magia, Ataques especiales, PM, PV y Límite son palabras que nos deberían sonar cuando juguemos a Yakuza: Like a Dragon. No es de extrañar que nos defendemos esta vez con estilo rolero a la antigua, teniendo en cuenta la afición de Kasuga por los JRPGs.
Pero Yakuza no sería Yakuza si le diésemos simples espadas al protagonista. Aquí se usan incluso «armas» de lo más extravagante.
Desde paraguas, guitarras, pasando por bolsos de marca hasta botellas de cerveza.
Sin obviar lógicamente porras y katanas.
El nuevo género puede romper un poco la mecánica a la que estábamos acostumbrados, pero lo cierto es que fluye de lo más natural en pantalla. Sorprendentemente rápido tendrás la sensación de que la saga ha tenido esta dinámica desde siempre.
Yakuza:Like a Dragon será uno de los primeros juegos que llega a la salida de la esperada Xbox Serie X y está anunciado para llegar a occidente en verano 2020.
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